Se refiere a la captura no deseada de especies no objetivo durante las operaciones pesqueras. La captura incidental puede incluir especies en peligro de extinción, protegidas o simplemente no aptas para el consumo. Altos niveles de captura incidental pueden tener graves consecuencias ecológicas, por lo que minimizar la captura incidental mediante equipos adecuados y técnicas de pesca es importante para la obtención sostenible de los recursos del mar.
El objetivo de este componente es que los productos del mar provengan de una pesquería que tenga un impacto mínimo en los hábitats del fondo marino. Típicamente, son los artes de pesca móviles de fondo los que tienen el mayor impacto en el fondo marino; sin embargo, los efectos pueden variar considerablemente entre los tipos de artes de pesca y según el contexto ambiental en el que se pesquen.
Los efectos de la perturbación pueden ser relativamente menores y durar unos días en algunos hábitats, aunque en otros pueden ser graves y mucho más duraderos, especialmente en hábitats biogénicos, que definimos como hábitats vulnerables. Para realizar una evaluación completamente objetiva del impacto de una pesquería dada, idealmente se necesitaría información de alta resolución sobre dónde se está pescando en relación con los hábitats vulnerables del fondo marino. Sin embargo, las huellas de pesca solo se han mapeado exhaustivamente en algunas áreas marinas. En ausencia de este nivel de evidencia, se realiza una generalización sobre el impacto de una categoría de artes de pesca, con los artes de pesca móviles de fondo teniendo el mayor potencial para dañar el fondo marino.