El cochayuyo, también conocido como coyoi o coyof, mientras que su estipe (tallo) es denominado huilte o ulte, corresponde a un complejo de dos especies crípticas: Durvillaea incurvata, endémica de Chile y presente desde Coquimbo hasta Aysén, y Durvillaea antarctica, cuya distribución abarca desde Aysén hasta Cabo de Hornos. Las especies crípticas son aquellas con características morfológicas tan similares que resultan prácticamente indistinguibles a simple vista, pero que están genéticamente diferenciadas y aisladas reproductivamente.

Estas algas crecen en sustratos rocosos de la zona intermareal, alcanzando profundidades de hasta 10-15 metros en áreas expuestas al oleaje, donde a menudo coexisten con el huiro negro (Lessonia berteroana/spicata). El cochayuyo se caracteriza por su coloración café verdosa oscura, su capacidad de alcanzar longitudes de hasta 15 metros y su sistema de fijación mediante un disco cónico y liso. De este disco emergen estipes cilíndricos que se aplanan en frondas coriáceas y flotantes.

En Chile, su extracción se concentra principalmente en la zona central, donde los recolectores de orilla aprovechan las mareas bajas para cortar los estipes, dejando el disco adherido al sustrato para permitir la regeneración.